El fondo de emergencias es tu mejor oportunidad para enfrentar las emergencias financieras, blindarnos ante lo inesperado y cuidar que nuestras finanzas sean las menos afectadas en situaciones que no anticipamos. Así que para ayudarte, te compartiremos algunos tips para crearlo y mantenerte preparado ante cualquier eventualidad del futuro.
¿Qué es un fondo de emergencias y para qué sirve?
El fondo de emergencias es una cuenta bancaria o de ahorros separada que se usa para cubrir o compensar el gasto de una situación imprevista.
No debes confundirlo con un ahorro o plan de ahorros a largo plazo con fines de ocio o compra de inmuebles; ya que este fondo actúa como una red de seguridad, a la que sólo se debe recurrir en caso de producirse una emergencia.
¿Cómo crear un fondo de emergencias?
Tu fondo de emergencia varía en relación a múltiples factores. Por ejemplo:
- Tus gastos mensuales.
- El estilo de vida que llevas.
- Las personas que dependen de ti.
- Tus ingresos mensuales.
Por regla básica, se recomienda apartar como mínimo el valor de tres a seis meses de tus gastos.
Es conveniente que ajustes el monto de acuerdo con las obligaciones de pago de cuentas, las necesidades familiares, la estabilidad de la situación laboral u otros factores. Si bien este monto puede parecer abrumador al comienzo, la idea consiste en reservar una pequeña cantidad cada una o dos semanas hasta llegar a esa meta.
Por ejemplo, si se tiene un empleo estable, se puede reservar entre tres y seis meses de gastos básicos de subsistencia como la alimentación y alojamiento. Ese lapso de tiempo es razonable si de imprevisto tuvieras que buscar y conseguir un nuevo trabajo.
En cambio, si se trabaja de forma independiente es buena idea duplicar la meta anterior. Esto significa ahorrar entre seis a doce meses de gastos fijos para crear un fondo de emergencias que sea un buen resguardo para ti.
Tips para ahorrar para tu fondo de emergencias.
Ahorrar el equivalente de varios meses de gastos diarios para un fondo de emergencias puede parecer intimidante a primera vista, pero con estos 6 tips podrás crearlo fácilmente y asegurar tu estabilidad financiera del futuro.
Divide tu ahorro en dos partes.
Es necesario que el ahorro mensual lo dividas entre lo que usarás para cumplir tus metas (pagar tus estudios, comprar algún inmueble, o tu retiro) y lo que destinarás para crear tu fondo de emergencias.
Lo recomendable es destinar el 10% de tus ingresos mensuales a cada uno de estos rubros. Es decir, estarás destinando el 20% de tus ingresos al ahorro.
Analiza tus gastos y establece una meta.
Ahora es momento de que definas de cuánto será tu fondo de emergencias. Lo recomendable es cubrir de tres a seis meses de tus gastos con él. Por eso, es necesario hacer un presupuesto, analizar los gastos y establecer una meta de ahorro.
Una vez que alcances tu meta, puedes reducir la cantidad que destinas al fondo de emergencias y destinar ese extra para metas personales.
Recorta gastos innecesarios.
Considera qué gastos son esenciales y cuáles no, así será más fácil para ti ahorrar. Identifica y elimina aquellos gastos innecesarios para que puedas tener más dinero disponible para los gastos indispensables del día a día. Luego, calcula cuánto estás ahorrando mensualmente a raíz de esos cambios diarios y guarda esa cantidad para tu fondo para emergencias.
Apóyate con un seguro.
Esta es una gran opción complementaria para protegerte ante emergencias. Un seguro puede ayudarte con los gastos en caso de algún percance, dependiendo de las características del producto que contrates. Además, te permite alcanzar tus metas a largo plazo como prevenir tu retiro.
Facilítate ahorrar.
Si te cuesta ahorrar, una opción efectiva es crear un apartado en tu cuenta bancaria que descuente en forma automática la cantidad a ahorrar cada mes. Así tu ahorro será automático y no tendrás la tentación de gastarlo.
Revisa en la aplicación de tu banco que opciones tienes para facilitar el ahorro. Recuerda que los fondos para emergencias deben estar disponibles cuando los necesites. Pero, evitar tenerlos en algún lugar visible te ayudará a resistir la tentación de usarlo para tus gastos diarios o gastos que no son una emergencia.
No dejes que las deudas interfieran.
Si tienes dificultades para pagar tus deudas, seguramente ahorrar es lo último que piensas hacer, sobre todo si esa deuda tiene altas tasas de interés -como pasa con las tarjetas de crédito-.
Tiene sentido que pagues primero los saldos. Sin embargo, si las tasas de interés y los saldos son bajos, quizás sea posible lograr ambos objetivos al mismo tiempo. Considera destinar fondos cada mes tanto para la deuda como para ahorrar.
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Duplica el esfuerzo.
Una vez que hayas alcanzado tu meta original de ahorros, aumenta constantemente dichas metas de ahorro hasta contar con suficiente dinero para cubrir los gastos de seis a nueve meses. Este colchón de protección significa tranquilidad para ti y tu familia.
Uno de los mejores lugares para colocar los ahorros para emergencias es una cuenta bancaria que paga intereses y a la que puedas acceder fácilmente sin impuestos o penalidades.
Tú mejor que nadie sabes que en cualquier momento se puede presentar una emergencia financiera que afecte las finanzas. Por eso es muy importante que cuentes con todas las herramientas para hacerle frente. Mantén tus objetivos claros, ahorra de forma constante y no uses tus ahorros hasta que sea necesario.
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