Pareja consultando sobre un préstamo

Si estás buscando préstamos para hacer realidad tus metas, es probable que hayas llegado al concepto de “préstamo con garantía”, no te preocupes, en este artículo te explicaremos a detalle qué son los préstamos con garantía, cuándo y para qué  puedes usarlos.

El concepto es más sencillo de lo que crees, en este tipo de préstamos tú dejas algún activo (auto, casa o algún bien inmueble) como una garantía para poder recibir el dinero prestado. ¡Ojo! No tienes que dejar de usar tus bienes, simplemente los utilizas como una garantía de que regresarás el dinero que las instituciones están dispuestas a prestarte.  

Este instrumento financiero, reduce el riesgo para la institución que te presta dinero, pues en caso de incumplimiento, se puede utilizar dicho activo para recuperar los fondos que se te hayan prestado. De alguna manera, se utiliza la garantía como incentivo para realizar los pagos a tiempo. 

En muchas ocasiones, la garantía ayuda al deudor a acceder a créditos más justos, sin el riesgo a ser rechazado o tener que pagar intereses mucho más altos. 

Ahora, te explicamos qué tipos de préstamos con garantía existen y a cuáles puedes acceder para cumplir esa meta que tienes en mente. 

¿Qué tipos de préstamos con garantía existen? 

Préstamo con garantía hipotecaria

El préstamo con garantía hipotecaria te permite obtener dinero de destino libre, dejando una casa, apartamento o inmueble como garantía. 

Durante el proceso, la propiedad sufre la llamada enajenación fiduciaria, que solo quiere decir que está condicionada al pago del préstamo que se te otorgó; así que tu bien seguirá siendo tuyo y podrás seguir utilizándolo. 

Por lo general puedes obtener un préstamo de cierto porcentaje del valor de la propiedad. Además, al ser un bien duradero, esta línea de crédito permite plazos largos de pago.

Si te interesa solicitar este tipo de préstamo, puedes checar con la institución financiera si aceptan como garantía un bien que aún se financia. En este caso, es posible que te permitan incluir en la solicitud del préstamo la cantidad necesaria para terminar de pagar la deuda actual.

Por ejemplo, si tienes una propiedad que vale 2,000.000 de pesos y ya has pagado 1,800.000 pesos por ella, entonces faltan 200.000 pesos para que la propiedad sea pagada.

Algunas instituciones liberan la suma del valor restante para la liquidación de la propiedad más la cantidad que necesitas como préstamo. Así, la propiedad es pagada por la empresa y continúa como garantía de la operación de crédito.  El dinero restante lo podrás utilizar como prefieras.

Préstamo con garantía de auto

Con este tipo de préstamo, es posible transformar un porcentaje del valor de tu vehículo en crédito. La cantidad prestada dependerá del estado del auto y al igual que en el préstamo con garantía hipotecaria podrás seguir utilizando tu auto sin complicaciones.

Si aún no has terminado de financiar tu coche y no cuentas con la factura, pregunta a la institución financiera si hay manera de ayudarte a completar ese pago.  Puedes aprovechar para consolidar ambas solicitudes en un mismo sitio. En algunos casos es una opción, solo toma en cuenta las tasas de interés que te ofrezcan y haz el cálculo de cuánto terminarías pagando al sumar todo.

Préstamo de nómina

Si no cuentas con un coche o inmueble que puedas dejar en garantía pero tienes un trabajo asalariado estable, esta es la mejor opción para ti. Los préstamos de nómina toman como garantía los pagos que recibes de tu suelo, que pueden ser mensuales, quincenales o semanales dependiendo de las políticas de la empresa para la que trabajas.

Algunos bancos ofrecen esta opción y por lo general, las cuotas del préstamo son tomadas directamente del depósito que realiza tu empresa a tu cuenta de nómina.

Existen otras instituciones financieras que ofrecen esta solución como beneficio para colaboradores a través de convenios con las empresas, y la retención se hace directamente en nómina.

Al reducirse significativamente el riesgo de impago, las condiciones que puede ofrecer el prestatario suelen ser muy atractivas. Además, con los descuentos directos en nómina, no te tienes que preocupar por no haber realizado pagos a tiempo que afecten tu buró crediticio.

Para poder obtener este tipo de préstamo no es necesario utilizar bienes físicos como garantía, por lo general te solicitarán documentos personales y comprobantes de nómina para corroborar que estés empleado.

 ¿Cómo puedo solicitar un préstamo con garantía?

Ahora que ya conoces las diferentes modalidades que existen, puedes evaluar mejor qué tipo de garantía te conviene. Considera que los montos que te podrán ofrecer pueden variar dependiendo del bien o activo que respalde el préstamo. En nómina los montos pueden llegar a ser mucho menores que en el caso de un crédito de liquidez hipotecario, por ejemplo.

Una vez estés seguro de qué tipo de crédito te conviene más, podrás hacer una simulación con la institución financiera informando la cantidad que deseas y el plazo ideal para ti.

El área de operaciones y riesgos tendrá que revisar la documentación recibida, los montos de la solicitud y el valor del bien que se está dejando en garantía. Por lo general, se evalúa el valor del bien que se está dejando en garantía para poder ajustar las condiciones del préstamo. 

Si el cliente está de acuerdo con la propuesta, se procede a evaluar los certificados presentados y se formaliza la firma del contrato, liberando así el monto solicitado a la cuenta corriente indicada.

hombre pidiendo préstamos

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Ofrecen tres tipos de crédito: préstamos con garantía hipotecaria, de auto y préstamos de nómina a través de convenios con empresas. Aunque funcionan de manera diferente, las modalidades tienen algo en común: en todas las opciones se ofrece un activo como garantía.

Así pues, el riesgo de impago es menor y los tipos de interés que pueden otorgar son competitivos y accesibles.

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